La espada es el arma por excelencia de los héroes. Hay algo
especial en la rectitud de su hoja, en el murmullo de un filo atravesando el
aire. Cada golpe de espada es como una canción, un tañido de campanas cuando
dos de ellas entrechocan en el aire. Los grandes héroes tienen grandes espadas.
Y las grandes espadas tienen nombre propio. Otorgar un nombre a un arma implica
que ese arma es especial, que sobresale entre las de su clase, que es mágica,
poderosa y que su nombre será cantado al igual que el de su dueño. Tanto en la
mitología como en la literatura fantástica o los videojuegos tenemos una enorme
cantidad de espadas portentosas. Estas son las más importantes.
Anglachel / Gurthang
Turin Turambar con Anglachel, por John Howe |
Anglachel es una hoja fatídica perteneciente al imaginarium de
Tolkien. Forjada por Eöl, uno de los mejores herreros de la historia de la
Tierra Media, estaba fabricada con una aleación del metal de un meteorito que el herrero llamó galvorn, de valor incalculable, más resistente aún que el
mithril. Es una espada maldita, ya que con ella Túrin Turambar mató a su amigo
Beleg. A partir de entonces su hoja se volvió negra y perdió el filo. Fue
reforjada y renombrada como Gurthang pero su maldición no perdió fuerza.
La
muerte de Beleg no fue sino el comienzo de la ordalía de Túrin. Por su mano
muere Glaurung, el Padre de los Dragones y este, al morir, le desvela que en
realidad su mujer es su hermana. Después de esto, Túrin se suicida dejándose
caer sobre Gurthang, que se quiebra bajo su peso. Sin embargo, el mismo
legendarium de Tolkien describe que en la Dagor Dagorath, la batalla del juicio
final, será Túrin el que, empuñando a Anglachel, mate finalmente a Morgoth.
Callandor
Callandor es la espada que empuña Rand al'Thor, el Dragón
Renacido. Su aspecto es de cristal y no sólo su filo es temible, sino que
permite a su portador canalizar un poder sin igual, capaz de destruir ciudades
y arrasar ejércitos. La Rueda del Tiempo es uno de los ciclos de literatura
fantástica más épicos de los últimos años. En cada novela, Robert Jordan
primero y Brandon Sanderson después, se cuenta la historia de cómo un joven de
un pequeño pueblo descubre que en su interior habita el alma de Lews Therin
Telamon, el Dragón, el hechicero culpable de un terrible cataclismo que cambió
para siempre la faz del mundo. En sus aventuras llega a la Ciudadela de Tear,
lugar donde descansa desde hace miles de años Callandor, la espada de cristal. Cuando
la empuña, queda demostrado que Rand es el verdadero Dragón Renacido y cuando
la emplea para canalizar su poder mágico queda patente que su poder está más
allá de cualquier medida mortal.
Centella y Muerte Helada
Estas cimitarras son las famosas hojas de Drizzt Do'Urden, el
elfo oscuro, uno de los personajes más conocidos de la literatura fantástica.
Drizzt es un renegado de su raza, los drow. Huyó de su ciudad, Menzoberranzan, y llegó a
la superficie buscando un lugar en el que encajar y para escapar de su familia
y su especie. Después de muchas décadas en el Valle del Viento Helado, y
acompañado de un grupo de amigos aventureros, Los Compañeros del Hall, consigue
estas dos cimitarras mágicas, que se complementan a la perfección gracias a su
sobrehumano talento para la lucha.
Muerte Helada es una hoja que se alimenta de
fuego y que la consiguió después de matar junto a Wulfgar, un bárbaro del
norte, a Ingeloacastimizilian, un Dragón Blanco. Centella es una hoja élfica que
le fue entregada por el mago Malchor Harpell y que está especialmente forjada
para la defensa. Con ambas cimitarras Drizzt se ha enfrentado a todo tipo de
enemigos durante más de un siglo, perpetuando su leyenda.
Dardo
Dardo no pasaría de una simple daga para nosotros, pero en
manos de Bilbo, Frodo y Sam es una espada corta capaz de decantar el destino de
La Tierra Media. Dardo fue descubierta en el tesoro de los trolls en El Hobbit
y Bilbo se quedó con ella. Fue forjada en la ciudad de Gondolin, el último
reino de los elfos, destruido por los ejércitos de Morgoth, del cual Sauron es
sólo el primero de sus servidores. Esta hoja tiene la peculiaridad de brillar
cuando hay orcos en las inmediaciones, símbolo de la enemistad que hay entre el
pueblo elfo y el orco.
Pese a que en su origen no era más que una daga sin
importancia, Bilbo afronta con ella toda la aventura en la que muere Samug, el Dragón, y restaura el reino de Erebor; con ella, Frodo cruza la
Tierra Media y combate contra orcos, trolls y Nazgûl; pero es Sam el que lleva
a cabo la mayor hazaña de todas, derrotando a Ella-Laraña, la última de la
progenie de Ungoliant.
Espada de Gryffindor
Esta es la única espada de renombre que aparece en toda la
saga de Harry Potter. En su origen, esta espada perteneció a Godric Gryffindor,
uno de los cuatro fundadores de Hogwarts. Con el tiempo, se convirtió en uno de
los artefactos más conocidos del mundo mágico, un arma portentosa que sólo
podía empuñar aquel que se lo mereciera. Su poder más importante es que capaz
de asimilar las resistencias y poderes de aquello que la hará más fuerte. En
los libros de Harry Potter, la espada se convierte en una herramienta
indispensable, ya que al asimilar el veneno del basilisco que Harry mata en La
Cámara de los Secretos podrá acabar con las horrocruxes.
Espada del Augurio
La Espada del Augurio es uno de los legados de los
Thundercats. Pertenece a la familia real de este pueblo y tiene grandes
poderes, sobre todo gracias al Ojo de Thundera, la gema con forma de pupila
felina engastada en su pomo y que se convierte en el símbolo de los Thundercats
cuando despliega todo su poder. En apariencia, la espada no es más que una
pequeña daga, pero el Señor de los Thundercats puede invocar su poder y
convertirla en una espada larga, tener visiones sobre el futuro y conocimiento
antiguo y desplegar su poderosa energía.
Espada Grayskull
La Espada Grayskull es la depositaria del poder del Rey
Grayskull, un personaje de enorme poder que vivió hace muchos siglos en el
planeta de Eternia. Para preservar su poder y garantizar en el que futuro
alguien pudiera hacer frente a la vuelta de la Horda, el rey transmitió su
poder a esta poderosa espada y la puso a buen recaudo en el Castillo de
Grayskull. Con el paso de los milenios hubo muchos guardianes y protectores de
Eternia, pero ninguno reclamó el poder de la espada en su totalidad. Fue el
príncipe Adam el primer heredero verdadero del poder de Grayskull y, alzando la
espada, se convierte en He-Man.
Espada Maestra
La Espada Maestra es, posiblemente, la espada más famosa de
los videojuegos. Pertenece a la saga de The Legend of Zelda y fue forjada para
destruir el Mal, estando consagrada totalmente a las diosas de Hyrule. Sólo un
gran héroe puede empuñarla y siempre para derrotar a los peligros que acechan
la tierra de Hyrule. A lo largo de los años, Nintendo ha ido explicando un poco
más acerca de los orígenes y poderes de la espada. Sabemos que puede arrojar
haces de energía, que puede repeler los poderes de la oscuridad y que funciona
como sello para encerrar a Ganondorf cuando es derrotado.
La Espada Maestra,
además, después de que triunfe el bien, siempre descansa en su templo hasta que
vuelva a ser necesitada, muchas generaciones después. Está claramente inspirada
en el mito del Rey Arturo, ya que siempre hay que obtenerla de un pedestal,
donde permanece clavada. El momento de conseguir la Espada Maestra, sea el
juego de Zelda que sea, es siempre uno de los grandes acontecimientos de la
historia.
Excalibur
Exclibur es la espada de leyenda por antonomasia. La mítica
hoja del Rey Arturo, concedida por la Dama del Lago, es una de las armas más
conocidas. Prácticamente todo el mundo conoce su nombre y quién la poseyó.
Curiosamente, es una espada sin ningún poder reseñable. Se trata de un arma
ligada a un destino, que otorga un estátus especial a su portador. Un símbolo.
Y aquí estamos, 1.000 años más tarde de su origen, hablando de ella.
Frostmourne
Frostmourne es la espada de Arthas, el Rey Exánime de World ofWarcraft. Es una de esas espadas famosas, pero malditas. Arthas era el príncipe
de Loarderon pero, en su ansia por acabar con la Plaga y derrotar a los muertos
vivientes cogió a Forstmourne, una espada con alma propia que terminó de
corromper su alma y lo convirtió en un caballero de la muerte, en un parricida
y traidor de su pueblo. Es una espada poderosa, creada por Ner'zhul, el primer
Rey Exánime, que precisamente buscaba corromper a Arthas con ella. Con esta
espada el príncipe caído asoló Azeroth hasta su caída.
Hielo
Hielo es la espada de acero valyrio de la casa Stark, en el
mundo de Canción de Hielo y Fuego. El acero valyrio es un metal especial dentro
de este mundo: hay muy poco y son menos aún los herreros capaces de forjarlo.
Las espadas fabricadas con este metal nunca cogen herrumbre, nunca pierden el
filo y son capaces de partir el hierro normal. Muchas de las grandes familias
de Poniente, las más antiguas, sobre todo, poseen una de estas espadas. Hielo
es un enorme mandoble que pertenece (bueno, pertenecía) a la casa Stark, la
familia más importante del Norte. Su último poseedor fue Eddard Stark y con
ella ayudó a Robert Baratheon a conquistar un trono y derrotó a Sir Arthur
Dayne, la Espada del Amanecer.
Lævateinn
Lævateinn es otra de esas espadas procedentes de la mitología,
esta vez de la nórdica. Se trata, además, de uno de esos objetos míticos que no
está muy clara cuál es su verdadera forma ni sus orígenes. A veces es un
báculo, una vara o una lanza pero todas las leyendas acuerdan en que sus
poderes están relacionados con el fuego. Se supone que su origen está en un
fragmento del corazón de Yggdrasill, el árbol de la vida, y fue forjada por Völundr
y entregada a Frey o a Loki, dependiendo de la fuente. También hay otra espada de fuego en la mitología nórdica: la que empuñará Surtur, el Señor de los Gigantes de Fuego, en el Ragnarok y con la que arrasará a los dioses.
Muramasa
Muramasa fue un herrero japonés, alumno de Masamune (hablamos
luego de él) que forjó las katanas más famosas del japón feudal. Su técnica era
tan perfecta que se corrió la voz de que estaban malditas, ya que el filo de
sus hojas era increíble. Durante el s.XV sus katanas eran las más buscadas de
Japón, aunque el clan cayó en desgracia en el shogunato de Tokugawa, por culpa
de una serie de accidentes con sus katanas que sufrió la familia noble de los
Tokugawa. Hoy en día, las katanas Muramasa son una verdadera leyenda y una
verdadera está cotizadísima.
Masamune
Masamume fue el maestro de Muramasa, pero también le dio
nombre a un tipo de katana muy concreta. Gustaba de crear hojas larguísimas, de
hasta dos metros de largo. Sus katanas, por otra parte, eran de cualidad
excepcional y siguen siendo consideradas de las mejores de todo Japón. Su
protagonismo ha crecido desde la popularidad del manga y el anime y el gusto de
crear personajes con armas enormes. El más famoso de todos ellos es Sefirot, el
antagonista del videojuego Final Fantasy VII, que lleva una de estas eternas
katanas, de nombre precisamente Masamune.
Matadragones
De espadas gigantes va la cosa ahora. La Matadragones es la
espada con la que combate Guts, el protagonista del manga Berserk. Se trata de
una plancha de hierro mastodóntica, que pesa lo indecible y que sólo puede
manejar Guts. Es de color negro y con ella es capaz de partir a un hombre por
la mitad sin despeinarse. A lo largo del manga vemos como, poco a poco, la hoja
se va haciendo más y más fuerte a la par que el propio Guts. Es una espada
salvaje, brutal, nada elegante o refinada, que corta, arranca y despedaza.
Narsil / Andúril
Narsil fue la espada que blandieron Elendil e Isildur en la
batalla en la que terminó la Segunda Edad de los hombres y en la que derrotaron
de forma provisional a Sauron. Había sido forjada por los elfos y la esgrimía
el Rey de los Númenoreanos, pero en la batalla fue hecha pedazos. Durante tres
mil años los herederos de Isildur llevaron los fragmentos de la espada como
herencia, pero no fue hasta la época de Aragorn que la espada no se restauró, en
previsión de las grandes batallas que habría de afrontar en su viaje a Mordor
para destruir el Anillo Único. Después de que los herreros de Rivendel le
devolviera su gloria, Aragorn la rebautizó como Andúril, La Llama del Oeste.
Sables Láser
Un arma noble para tiempos más civilizados. Así describió
Obi-Wan Kenobi los sables láser en la primera película de Star Wars. En un
mundo tecnológico, lleno de viajes espaciales y armas capaces de volar un
planeta sobresale la Orden Jedi, con sus caballeros armados con espadas de luz.
La creación de un sable láser depende del propio Jedi y es una prueba de sus
capacidades. Con este arma luchan por la liberación (o dominio) de la galaxia y
a veces incluso canalizan su dominio de La Fuerza. Es el mejor aliado del Sith
y el Jedi y los combates entre ellos se encuentran, sin duda, entre los
momentos más épicos de todas las películas de la saga.
Stormbringer
Strombringer es la espada maldita de Elric, el Emperador
albino de Melniboné. Hermana gemela de Mournblade, ambas espadas poseen en su
interior el alma de un demonio antiguo, de enorme poder. Elric invoca a Arioch,
su patrón, uno de los Duques del Caos, para poder combatir a su primo, Yyrkoon,
que usurpa su trono. Stormbringer es un arma con voluntad propia que muchas
veces hace su voluntad y mata, por puro placer, a las personas que Elric ama,
sólo para verle sufrir al ver que mueren por su mano. Sin embargo, Elric,
albino y débil, la necesita, pues con cada vida que siega la espada le da
fuerzas y poder y le permite sobrevivir. Eso sí, cada alma que Stormbringer bebe tiene un destino peor que la muerte: el olvido eterno.
Tizona y Colada
Acabamos esta entrada con dos armas patrias: la Tizona y la
Colada, ambas pertenecientes a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Esta
figura histórica española es fundamental en la Reconquista, sobre todo en la
toma de Valencia. Su leyenda sólo se vio acrecentada gracias al Cantar de mio
Cid, un poema que está considerado como el primer texto en lengua española. No
hay pruebas de que Colada existiera, sólo las del cantar, pero, sin embargo la
Tizona es muy real y está expuesta en el Museo de Burgos y fue un botín de
guerra que el Cid le arrebató al Rey Búcar de Marruecos cuando conquistó el
Reino de Valencia.
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