Reseña película Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones

Este reseña de la película de Dungeons & Dragons, subtitulada Honor entre Ladrones, debería haber salido el viernes, a punto para el estreno oficial, pero se me atascó profundamente. Siempre que intento hablar de algo como una serie, una película o un videojuego, intento abordarlo desde un punto de vista diferente, aportando algo más que mi opinión sobre qué me ha parecido. Intento que mi texto que aleje de lo que se haya hecho por ahí, no por querer hacer algo mejor o que lo que ya haya me parezca peor, sino porque creo que debería hacer algo distinto. Y no lo conseguía. Así que, después de mucho pensar, esto es lo mejor que he podido hacer. Espero que sea suficiente.

Reseña película Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones

Tuve la suerte de poder ver la nueva película de Dungeons & Dragons en el preestreno, invitado por realme España, en el centro de Madrid y en buena compañía. La sala, lógicamente en estos casos, abarrotada, tanto por aficionados como por gente que apenas barruntaba lo que es Dungeons & Dragons. Y digo apenas porque incluso al más ignorante en estas lides, algo le sonaba. 

Creo que este fue uno de los detalles que más me intrigaba de todo este estreno. A veces los que estamos muy metidos en este mundillo perdemos la perspectiva, pero es interesante salir por ahí de vez en cuando a ver qué piensan los de fuera. Y, si bien es cierto que el rol sigue siendo una afición que, pese a ganar adeptos cada día, es todavía muy pequeña, Dungeons & Dragons es su cara más reconocible. A veces demonizado, otras veces exaltado, pero siempre reconocible. Así, en la sala, aún los más despistados, sabían que se trataba de algo de fantasía, con dragones y magia e incluso algunos todavía te tarareaban aquello de "Dragones y Mazmorras / un mundo infernal".

Y esto es algo que los creadores de esta película, desde producción hasta guionistas, pasando por supuesto por el director, sabían, conocían y eran conscientes del gran obstáculo que debían salvar. Por un lado, tienes una marca que está a punto de cumplir 50 años y de la que hay centenares de miles de aficionados por todo el mundo. Por otro, hay millones de espectadores que sólo quieren pasar un buen rato sentados en la butaca. ¿Cómo reconciliar estos dos mundos? Y, más aún, ¿lo han conseguido?

Pues ignoro si Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones será un éxito en taquilla pero lo mejor que se puede decir de ella es que lo merece. Merece convertirse en un pepino y que la gente vaya a verla y repita. Y lo merece por muchos motivos.

Reseña película Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones - Xenk, el Paladín

En primer lugar, porque es una película que funciona sin la coletilla de Dungeons & Dragons. Y todo lo que es Dungeons & Dragons, suma. Con esto quiero decir que si no has jugado al rol en tu vida, si no sabes lo que es D&D, puedes ir a verla perfectamente y no te perderás nada. Es una película de aventuras y de acción, sólida, muy sólida y, sobre todo, divertida. No hace falta saberse los manuales de memoria o llevar 20 años tirando dados para entenderla y pasarlo bien con ella. Es sencilla, directa, utiliza tropos fácilmente reconocibles pero bien construidos, y los envuelve con una enorme dosis de humor. Pero si juegas al rol y a Dungeons & Dragons... pues entonces reconocerás decenas de pequeños detalles aquí y allá que enriquecerán tu experiencia de visionado y harán volar tu imaginación. Esto es un acierto monumental que me evocó a los grandes éxitos de animación de Pixar, esos que permiten que niños y adultos vean una misma película, hagan diferentes lecturas y que todos se lo pasen bien. 

Esta forma de satisfacer a todo el mundo se consigue empleando dos grandes herramientas: el humor y los personajes. Uno de mis mayores temores con esta película fue que intentaran hacer un Guardianes de la Galaxia, que imitaran un tono y un estilo, que copiaran, en vez de crear. Y bueno, puede que haya cierta inspiración en el fondo, pero tengo que reconocer que me ha sorprendido enormemente el grandísimo trabajo que se ha hecho con los personajes de Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones. 

Empecemos diciendo que este película es, ante todo, una película de atracos, al más puro estilo Ocean's Eleven o El Golpe. Hay un protagonista con una motivación con una vinculación personal con el villano, un deseo de hacer justicia, un tesoro bien protegido y un grupo de aventureros disfuncionales que hay que reclutar y conseguir que trabajen juntos. Y, por supuesto, todo esto diluido con historias de redención y aceptación personal.

Y es que la trama principal, el motor que mueve a todos estos aventureros disfuncionales, como todo buen grupo de Dungeons & Dragons, no es la riqueza, el poder... sino algo tan cercano como la familia y el amor. Y los personajes cometen errores porque son cercanos y a veces la tristeza nos impide ver con claridad. Y los villanos más terribles no son siempre los que ostentan un increíble poder, sino los que, por avaricia y envidia, nos arrebatan aquello que más queremos. Honor entre Ladrones crea personajes con un pasado entendible, unas motivaciones comprensibles y crea con ellos una historia que no va de salvar el mundo realmente, sino de salvarse a ellos mismos y lo que más quieren. Y es que eso lo entiende todo el mundo.

Por otro lado, Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones creo que ha conseguido algo dificilísimo y que era transmitir exactamente lo que es una campaña de rol en la gran pantalla. Y no hablo sólo de las diferentes localizaciones de la película, esa ciudad de Neverwinter, esos viajes a tierras exóticas y lejanas, lo evocador que puede sonar Icewind Dale, Baldur's Gate, Waterdeep o el Underdark, sino que hablo de cómo se relacionan los personajes y las situaciones que viven. Es mágico ver cómo una situación que nos pueda haber ocurrido a todos mientras jugamos (y sí, hablo de la escena con los cadáveres) es capaz de funcionar para todo el mundo. Los unos se divertirán porque es genuinamente divertido ver cómo meten la pata mientras que los otros se divertirán porque... porque lo que ocurre ya nos ha pasado en mesa. Y, de remate, la película se permite ser paródica pero con tanto tacto que es imposible no resultar hilarante.

Reseña película Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones - Maga Roja

Esto, dicho así, parece sencillo, pero ser capaz, durante dos horas, tocar todos los tópicos de Dungeons & Dragons, hacerlos accesibles al público ajeno, meter humor, hacer parodia de ciertos tropos y no pisar ni un sólo callo por el camino... Joder, el mérito que tiene. Y esto no habría sido posible, aparte de por un guion ligero y divertido, por lo maravillosos y perfectos que están todos los actores, cada uno en su papel, pero destacando sobre los demás a Chris Pine, Michelle Rodríguez, Regé-Jean Page y un Hugh Grant pasadísimo de rosca que cada día me recuerda más a Nicholas Cage.

El secreto, creo intuir, está en el enorme sentido del humor que tienen todos ellos y en que han abrazado sus papeles sin ningún tipo de prejuicio y dispuestos a pasarlo bien. Ya en los diez primeros minutos de película, en la que nos ponen en antecedentes tanto de Edwing (el bardo que interpreta Pine) y Holga (la bárbara de Rodríguez) vemos claramente reflejados a los dos personajes y sus motivaciones y a que ninguno de los dos tiene miedo de que sus personajes no sean perfectos y se muestren haciendo alguna pifia o diciendo algo estúpido, que otro personaje les enmiende la plana, creando incluso comedia slapstick (de tortazos) si con eso arrancan una sonrisa al espectador.

De la misma manera, la presentación de Xenk, el paladín al que da vida el guapérrimo y deseado Regé-Jean Page, es una parodia en sí misma, al igual que todo el desarrollo de este personaje, incluida la intuición de que es la representación del típico PNJ Gary Stu que mete el máster para ayudar a los jugadores. El paladín Xenk se pasa por sus planos "flotando", etéreo, como si la cosa no fuera con él, pero sabiendo qué decir y qué hacer en el momento adecuado. Y no te cae mal. Es un maldito paladín perfectísimo de la muerte y te ríes porque todo está orquestado para que se sienta como parodia de cara al espectador, pero serísimo para los personajes. Y funciona en pantalla.

Y, por supuesto, tenemos a Hugh Grant, que se ve cómo disfruta de su papel del desalmado pícaro Forge Fitzwilliam. La carrera de Hugh Grant está salpicada de películas en las que no tiene miedo de ser torpe o miserable, desde Cuatro Bodas y un Funeral, pasando por Notting Hill, Love Actually o El Diario de Bridget Jones. Sus papeles de galán torpón dieron lugar a los sinvergüenzas oportunistas y este papel le permite sumar un poco de ambos mundos. Es un villano, pero en la línea de esos que exploran su bis cómica, recordando a malvados como los que pudo hacer Alan Rickman en Robin Hood o La Jungla de Cristal.

Reseña película Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones - Hugh Grant

Finalmente, no puedo dejar de hablar de todo el mundo visual que se ha creado para Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones. Un gran mérito de la película es que El Señor de los Anillos y Juego de Tronos copan desde hace muchos años todos los tropos visuales de la fantasía y era sencillo caer en ellos para resultar familiar o seguir su estela. Pero claro, D&D no es ninguna de estas dos obras y ha conseguido diferenciarse de estas dos propuestas y encontrar su propio lugar. Lo consigue de una forma muy sencilla: siendo familiar. Colores vivos (¡colores!) y brillantes, líneas limpias, mostrando a gente buena y amable, a villanos malvados, pero no retorcidos y morbosos; favoreciendo el maniqueísmo pero sin caer en lo ramplón. Y eso sin dejar de lado el espectáculo visual y que, a fin de cuentas, esto es Dungeons & Dragons y hemos venido a ver aventuras, magia, monstruos y mucha fantasía.

¿Y lo malo, diréis? Pues sí, hay alguna cosa que yo habría hecho de forma diferente. Qué sé yo. Menos saltos de localización, que pueden aturdir un poco, como los de Warcraft; una animatrónica algo más pulida, los efectos especiales de los medianos (mucho) mejor integrados y, en el caso del doblaje español, una cagada monumental que se carga una escena por completo por contar con youtubers -además ajenos al mundillo del rol, que ni siquiera eso- para hacer las escenas, en vez de profesionales, algo que tiene aún más delito, ya que todos sabemos de excelentes actores de voz que colaboran con distintos canales de rol. Pero vamos, que renegar de Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones por estos pequeños detalles sería tapar la Luna, Lágrimas de Selûne incluidas, con nuestro pulgar.

Así pues quedémonos con lo importante. Id a ver Dungeons & Dragons - Honor entre Ladrones. Os gustará. Lo pasaréis en grande. Lo gozaréis con los colegas y vuestras parejas. Y volved a las salas otra vez. Y, después de eso, jugad mucho al rol.



Comentarios

  1. Tuve la dicha de verla el sábado 25 (por alguna razón en Panamá decidieron estrenarla desde esa fecha...) y no puedo estar más de acuerdo con tu review. La vi con mi esposa y con mis hijos, y sobre todo el más grande que tiene 9 años, lo que hacía era preguntarme por algunos detalles más profundos que a veces simplifico en nuestras partidas de DnD. Es muy disfrutable y el doblaje español latino está muy bien sin llegar a encontrarle objeciones. Creo que la volveré a ver sin pensarlo dos veces.

    Saludos desde Panamá!

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  2. Pues en mi caso, fui a ver la película con un grupo de amigos que nunca habían jugado rol y salieron con ganas de jugar su primera partida de D&D; para mi esa es la mayor muestra de éxito de la película. Si bien no es una obra maestra, acerca al gran público a nuestra afición y en lo personal también me inspira a jugar nuevas partidas.

    Lo malo: muchos cliches y el final es tremendamente predecible.

    Mis esperanzas: una segunda parte.

    Un saludo,

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