Villanos - Gellen, el Descordado

Gelen, el Descordado es un personaje ambiguo, un poderoso bardo de batalla, un skald, que aprovecha su impresionante físico y sus ansias de violencia sorprendiendo a sus enemigos. Un nuevo villano, muy peculiar, ya que se trata de alguien que no busca la conquista o la destrucción, el control de los demás o la consecución de un oscuro fin, sino que vive por y para su satisfacción personal, sin importar nada más.

Es un enemigo impredecible, que puede buscar venganza por una ofensa (real o ficticia), un mercenario que no hace preguntas a sus patrones, sino que se limita a aceptar el contrato y ejecutarlo hasta sus últimas consecuencias. Es pendenciero, jugador, bebedor y un profundo hedonista que vive por y para satisfacer sus deseos más inmediatos. Su impredictibilidad es lo que lo hace tan peligroso, ya que nunca sabes si te dará la mano o te la arrancará de cuajo.

Ilustración de Caio Monteiro

Pasado de Gellen

Gellen es un skald, un bardo de batalla, criado en las tribus bárbaras de las llanuras de Veranz. Al contrario que la mayoría de sus compatriotas, que optan por la vía del Bárbaro, Gellen tenía interés también en el conocimiento del mundo, en el uso de la magia como poder que complementara su gran fortaleza física.

Pronto se granjeó fama como guerrero y probó suerte como mercenario, en las expediciones ocasionales que hacían a los pueblos del este, saqueándolos para conseguir gloria y riquezas, a veces en nombre de su tribu, otras veces en nombre del patrón del momento.

Sin embargo, su fama también tiene una cara negativa. Indisciplinado, cabezota, irrespetuoso con la autoridad y tremendamente impulsivo, pronto se convirtió en un elemento no grato en ningún ejército. La gota que colmó el vaso fue cuando, por una pelea de juego, destrozo a una compañía entera de lanceros, que nada pudieron hacer cuando el fuego rugió y Gellen blandió su laúd contra la cabeza de un coronel, que murió en el acto.

Desde ese día, Gellen no ha vuelto a encordar y tocar el laúd. Usa el instrumento como letal arma y ha forjado su propia leyenda, mucha de ella impulsada por las canciones y poemas que él mismo se dedica y canta. Así se ganó su apodo y su completa libertad. 

Personalidad

Gellen no es ningún estúpido, pero sí tremendamente impulsivo. Es sutil cuando quiere, pero prefiere los caminos de la intimidación y la confrontación directa. Le gusta controlar, dominar y poseer. No tiene mesura y si algo se le antoja, lo coge para sí. 

No atiende a autoridades, salvo la de sus propios impulsos. Puede ser el mejor amigo, pero una afrenta imaginaria puede desembocar en un juramento de muerte y enemistad eternas. Algunos dicen que está loco, otros que es un espíritu totalmente libre, pero lo más seguro es que, sencillamente, todo le de igual y lo único que quiera sea divertirse.

Cuida su laúd como un gran tesoro y ha jurado no volver a tocar ese instrumento hasta el día del Juicio Final, cuando se encuentre delante del Dios de la Llanura y tenga que cantar por su propia voz los prodigios y éxitos de su vida, a fin de ganar un lugar en el Banquete de los Héroes.

Objetivos

El objetivo de Gellen es disfrutar el momento. La vida es demasiado corta como para aburrirse y nadie tiene derecho a quitarte lo que deseas. Es generoso, salvo cuando se le pide algo que ambiciona, que se vuelve violento y desagradable.

No olvida las afrentas (las reales e imaginarias), cede fácilmente ante los vicios y placeres mundanos y también busca la gloria  y el peligro. Es un mercenario hasta la médula, lo que significa que cumplirá sus contratos al pie de la letra, no importa la crueldad que se le exija. Él no está ahí para juzgar a nadie, sino para hacer su trabajo.

Gellen, el Descordado